MEMORIA DE MIS PUTAS TRISTES...
Por Gabriel García Márquez.
La obra trata de un hombre que a vísperas de su cumpleaños número noventa, se descubre en un hogar solitario, con una vida estática, en donde no fue capaz de vivir bajo el alero del amor, sino que tan solo se basó en aventuras amorosas y en la prostitución para desahogar su ímpetu de HOMBRE, con lo cual dejo de lado la necesidad existencial de tener a alguien a su lado...
Al darse cuenta de que ya es viejo, que el tiempo le jugó una mala pasada, comienza a rememorar su existencia, lo que ha perdido, su rutinaria vida y su exigua realidad...
dentro de su vida existieron musas, las cuales quizás le entregaron amor, pero él enceguecido, no supo como aprovechar las oportunidades que la vida le presentaba, sino que las menospreciaba, al punto de reconocer que a todas les entregaba dinero por el "favor" concedido, aunque no fueran prostitutas, aunque no quisieran el pago. Recordó varias oportunidades de encaminar su vida, pero nada.
Ya con su vejez a cuestas pretende demostrar algo a su marchita hombría, y recordando a su "casera" (cabrona) , de la cual llevaba años dependiendo, le pide una niña virgen de catorce años para sus noventa años... de la cual se llevará una agradable sorpresa.
Se comienza sentir distinto hacia esta niña, al no poder dar un significado carnal a este sentimiento, reconoce los síntomas del enamoramiento... increíble, un nonagenario enamorado por primera vez, y de una adolescente de catorce años...
Puede ser algo extraño y triste, como puede uno como ser humano, ser tan ciego en su vida y no darse cuenta del vacío que va dejando a su alrededor, lo pierde, lo que cambia... oportunidades, siempre existirán, saber en su momento aprovecharlas, ese es el problema. Al fin y al cabo, el fracaso en la vida puede darse en cualquier instancia, tan solo hay que darse el trabajo y el tiempo de pensar en ello...
Obra nostálgica, sobre deseos, amor y el paso de la vida...
"He llegado a una conclusión aterradora: yo soy el elemento decisivo en el aula. es mi actitud personal la que crea el clima. Es mi humor diario el que determina el tiempo. Como maestro, poseo un poder tremendo: el de hacer que la vida de un niño sea miserable o feliz... Puedo ser un instrumento de lesión... o de cicatrización."
G.Guinot, La tragedia educativa.
G.Guinot, La tragedia educativa.
lunes, 18 de mayo de 2009
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